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El ciclo de la vid en su primera etapa: soluciones bioestimulantes para impulsar la brotación


El ciclo de la vid empieza: soluciones para impulsar la brotación

Viñedo en brotación


En las últimas semanas seguro que te has emocionado al ver cómo la primavera se refleja en tu viñedo. La viña llora y con él llega una de las estampas más emotivas de todo el ciclo de la vid. El lloro marca el fin del letargo invernal y el regreso a la vida de las cepas. Con el lloro se inicia la brotación de la vid, un período en el que la planta reanuda su actividad desde el sistema radicular. 

El manejo del cultivo en esta etapa exige el empleo de soluciones bioestimulantes como Bryosei, diseñada por Seipasa para facilitar la circulación de la savia entre los haces vasculares e impulsar el desarrollo vegetativo de la planta en la etapa inicial de la brotación.

Aunque las fechas de la brotación dentro del ciclo de la vid dependen de cada variedad, ésta suele arrancar hacia finales del invierno y se prolonga a lo largo de la primavera. La viña ha dormido durante el invierno y, tras este período de dormancia o parada vegetativa, la actividad vital se reanuda con el brote de la vid. En esta etapa, las yemas de hinchan y se alargan hasta desembocar en pequeñas puntas verdes que asoman en forma de nuevos brotes. 

Lo que acontece durante la fenología inicial del ciclo de la viña no es más que la pura constatación del curso de la naturaleza. Con el incremento de temperaturas que precede al final del invierno la actividad celular de la planta se acelera. La savia vuelve a fluir y da lugar a ese característico lloro con el que se identifica el brote tierno de la vid. A partir de ahí, veremos cómo los sarmientos arrojan los primeros pámpanos que devendrán en las futuras hojas. 

Conviene tener en cuenta que el brote de la vid, el cómo y cuándo se produce, viene determinado por numerosos factores como la climatología, la variedad de la uva, la altitud, la exposición a las horas de sol y la forma en que se ha realizado la poda invernal

El factor climatológico es determinante. Si bien los inviernos fríos suelen adelantar la brotación de la viña (debido a la acumulación de horas de frío que la planta necesita para salir del período de parada invernal), las primeras heladas de la primavera pueden ser altamente perjudiciales ya que pueden propiciar la congelación y muerte de los primeros brotes.

Brote de la vid: soluciones bioestimulantes

Desde el inicio de la brotación de la viña, a partir del momento en el que la planta dispone de masa foliar, es recomendable la aplicación de tratamientos que aporten energía a la planta y la ayuden en ese proceso de desarrollo inicial dentro del ciclo de la vid. 

Bryosei es una solución bioestimulante diseñada por Seipasa para impulsar la brotación y el desarrollo vegetativo de la viña. Aplicado tras el inicio de la brotación, Bryosei permite que la savia fluya más rápido dentro de los haces vasculares, lo que facilita una rápida absorción y traslocación por hojas, tallos y raíces. Asimismo, su composición rica en zinc activa las enzimas necesarias para la síntesis de proteínas, a la vez que estimula la brotación. Por su parte, el manganeso contribuye a la síntesis de la clorofila, tan necesaria para la producción de carbohidratos.

Bryosei también actúa como regenerador y cicatrizante de los tejidos vegetales que pueden quedar dañados tras la espergura, el proceso por el cual se eliminan los brotes no deseados de la cepa para evitar el exceso de vegetación y facilitar así el correcto desarrollo de los racimos. En este punto, el contenido en cobre de Bryosei, complejado por ácido lignosulfónico, interviene en la síntesis de la lignina y contribuye de forma decisiva en el proceso de cicatrización de las heridas.  

Bioestimulación del sistema radicular de la vid

Tal como señalábamos al inicio de este artículo, la brotación comienza desde la raíz de la vid como fuente de energía. La planta reanuda su actividad a partir de la absorción de micronutrientes y la acumulación y posterior movilización de sus reservas. En esta etapa, la estrategia de Seipasa para el cultivo de viña también recomienda la aplicación de Radisei, un bioestimulante diseñado para impulsar el desarrollo radicular de la cepa, desbloquear en el suelo micro y macronutrientes esenciales para la vid, y ponerlos a disposición de la planta en todo su desarrollo. 

La brotación de la vid es una etapa llena de emoción para todos los amantes de este cultivo. La vuelta a la actividad de la planta requiere del acompañamiento necesario en forma de tratamientos para que la cosecha sea un éxito.