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Trasplante en fresa: cómo asegurar un buen establecimiento del cultivo


Trasplante en fresa: asegurar el establecimiento del cultivo

El trasplante de la fresa es un proceso decisivo para el buen desarrollo posterior del cultivo. La planta vive una situación de estrés provocada por su traslado desde el vivero hasta el nuevo terreno de asiento. Entre medias queda un proceso de manipulación en semillero y traslado hacia un entorno nuevo y hostil. 

En este proceso, la planta puede perder parte de sus raíces y debe prepararse para el trasplante. Radisei es un bioestimulante diseñado por Seipasa con amplias ventajas para asegurar el óptimo establecimiento del nuevo cultivo.

La fresa es una planta que necesita acumular horas de frío, especialmente en su etapa inicial. Por eso, la primera decisión de alcance que deben tomar los productores pasa por la elección de la variedad adecuada en función de la climatología. En el caso de los viveros de altura, las bajas temperaturas que se registran en los meses de otoño provocan que las plantas entren en un período de reposo vegetativo. 

En el caso de las plantas frescas, el traslado desde el semillero al terreno de asiento definitivo se produce en los meses de octubre o noviembre, justo cuando la fresa ha entrado en ese período de latencia. Ese reposo vegetativo permite que las plantas soporten de forma más adecuada las condiciones y el estrés que genera el trasplante y, con él, todos los procesos que éste conlleva en forma de arrancado, manipulación y traslado.  

Un mal establecimiento en el terreno definitivo después del trasplante puede provocar fallos en el cultivo, tales como un crecimiento raquítico de la planta o una floración excesivamente temprana, lo que arruinaría el éxito de la cosecha con las consiguientes mermas de producción y rentabilidad para el agricultor.

Superar el estrés postrasplante

Si nos detenemos en el caso de Huelva, la principal zona productora de berries de España (no en vano, el sector de la fresa supone el 8% del PIB de Andalucía y genera entre 80.000 y 100.000 puestos de trabajo cada campaña, según Freshuelva), el clima suave del invierno permite que la planta se desarrolle durante estos meses, con un inicio de la producción hacia finales del mes de enero que se incrementa en los meses posteriores.

En ese rango de temperaturas de inviernos suaves, la planta tiene por delante un período prolongado para emitir nuevas raíces y comenzar el proceso de inducción floral. En el trasplante de fresa es recomendable el empleo de soluciones que ayuden a la planta a superar el estrés al que se enfrenta el vegetal y aseguren el óptimo establecimiento del cultivo.  

Radisei es un bioestimulante diseñado por Seipasa a partir de una cepa exclusiva de Bacillus subtilis que actúa sobre el sistema radicular y activa diferentes procesos biológicos del suelo.

Radisei incorpora una bacteria promotora del crecimiento (PGPR) que mejora la arquitectura del sistema radicular: estimula el crecimiento de raíces secundarias y pelos absorbentes. Además, ejerce un efecto antiestrés frente a situaciones adversas y genera un aporte de energía extra en procesos de máxima demanda. Este último punto es especialmente relevante para la fresa, que afronta el trasplante en un momento en que sus reservas de energía son más bien escasas. 

El cultivo de la fresa es exigente en materia orgánica por lo que también es muy recomendable atender al estado del suelo de forma previa, a través de análisis nutricionales y microbiológicos que ayuden a determinar en qué condiciones se encuentra. En este punto, el fertilizante orgánico Multisei de Seipasa está especialmente indicado para mejorar las cualidades nutricionales de los suelos.

Multisei es una formulación líquida que aporta hidratos de carbono, azúcares, vitaminas y minerales como potasio, calcio, magnesio y boro de origen vegetal. Estos elementos son la fuente principal de energía empleada por los microorganismos que participan en el procesado de la fracción orgánica y gracias a los cuales se favorece la actividad microbiana del suelo.